EL PINCHADO EN LOS CAMPOS DE GOLF - PARTE I
La palabra aireación genera emociones negativas en la mayoría de jugadores de golf, y por tanto, en la mayoría de directores y gerentes de campos de golf. Y podrá causar sorpresa, pero a muchos greenkeepers tampoco nos gusta! Nos genera una reacción de amor-odio.
Después de todo, somos la última persona que queremos ver destrozada la uniformidad de los greens (o de cualquier otra superficie del campo) por la que hemos trabajado con tanto esmero durante los meses previos.
El tipo y frecuencia de la aireación necesaria depende de cada campo. Los greenkeepers ajustamos los programas de aireación en base a las condiciones del suelo, los requerimientos del césped, el clima/tiempo, la mano de obra y los equipos disponibles, los eventos que se realizan en el campo, etc.
Y es que sabemos que debemos llevarla a cabo, normalmente un par de veces al año (aunque dependerá de diversos factores como la especie de gramínea existente) ya que somos conscientes de todas sus ventajas a largo plazo. Pero por otro lado, sabemos el estrés que genera a todas las partes involucradas en el proceso.
En primer lugar al propio green, el cual, en el corto plazo sufre por el estrés físico al que es sometida la planta, debido a los trabajos que se realizan sobre su superficie (maquinaria para distribuir la arena, la recebadora, el personal sobre el green, soplando, limpiando los canutos con palas, arena, cepillados…). Todo este rozamiento genera abrasión de la arena sobre las hojas de césped, el cual hay que tratar de minimizar.
También es estresante para el equipo de mantenimiento, ya que sabemos que hay muchos detalles de los que depende que la labor sea un éxito o una pesadilla. Muchos jugadores se quejarán de que no pueden jugar un par de días (aunque vivan en los alrededores y jueguen 300 días al año), pero posiblemente el greenkeeper y el mecánico no hayan tenido su mejor noche de descanso, conscientes de que cualquier problema mecánico puede retrasar la operación drásticamente, ya que es una labor no exenta de riesgo. La tensión se palpa en el ambiente en todo el equipo de mantenimiento. Hay que estar muy encima de la
operación, ya que un problema mecánico de la pinchadora puede hacer que un pincho arañe todo el ancho de un green hasta que alguien se de cuenta. A veces se atasca y puede desgarrar por completo una porción del green. Ese día más que nunca, todo el equipo debe estar centrado y perfectamente coordinado cada uno en su tarea sobre el green. Cada problema puede suponer más tiempo de recuperación.
A su vez, hay que añadir las condiciones climáticas siempre cambiantes. La operación del pinchado de green suele programarse con meses de antelación, para que todos los miembros del club estén informados con antelación y el club haga las modificaciones necesarias en las reservas. Esto da lugar a cierta incertidumbre cuando llega el día X, ya que no es lo mismo realizar el trabajo en un día soleado que en un día de lluvia torrencial. Y cada una de las condiciones tiene sus problemas. Se imaginan lo que supone aplicar arena mojada e intentar distribuirla homogéneamente sobre el green. Pues han acertado, es
prácticamente imposible. Y aunque siempre se buscan fechas en las que uno cree que las condiciones serán óptimas, para los que trabajamos en climas tropicales siempre hay un factor de incertidumbre añadido a los ya habituales. Y por supuesto, el momento perfecto para el greenkeeper no suele coincidir con el momento perfecto para el club de golf…
En futuros artículos entraré en detalle del por qué se realizan los distintos tipos de pinchados…
Autor: Antonio Márquez (Director y Superintendente Panamá)