TIPOS DE PODA EN ÁRBOLES: PARTE II
La poda de los árboles es una práctica común para mantener su salud y forma deseada. Existen diferentes tipos de poda que se utilizan en distintas etapas de crecimiento de los árboles, como detallamos a continuación:
La poda de formación se realiza en árboles jóvenes para darles forma. Durante esta etapa, se eliminan las ramas que crecen de manera "descontrolada" o ramas que puedan comprometer la futura estructura del árbol.
La poda de reformación se realiza en árboles adultos que necesitan ser reconducidos o cambiarles la forma. Se procede de manera similar a la poda de formación, pero se presta especial atención a los cortes, ya que se realizarán en ramas de mayor diámetro.
El terciado es un tipo de poda drástica que se realiza en árboles adultos. Consiste en la poda de ramas grandes, lo que puede provocar una deformación importante en el árbol. Esta operación debe realizarse en casos excepcionales cuando el árbol se encuentra fuertemente infestado por insectos u hongos, o cuando existen ramas muertas o se han cortado raíces. Sin embargo, es importante tener en cuenta que al hacer el terciado, existe un mayor riesgo de causar infecciones en el tronco.
La poda de reducción se realiza en árboles adultos y bien formados. Su objetivo es reducir la altura de la copa y reformar los costados del árbol para armonizar el conjunto. A diferencia del terciado, en la poda de reducción se busca mantener la forma original del árbol, pero en un tamaño aproximadamente un tercio más pequeño.
Como mencionamos en nuestro primer artículo sobre poda de arboles, la poda de mantenimiento se realiza en árboles adultos bien formados. Durante esta poda, se eliminan las ramas secas, partidas, enfermas o atacadas por insectos. También se retiran las ramas concurrentes y cualquier rama que represente un peligro de rotura o que interfiera con el paso. El objetivo principal de la poda de mantenimiento es mantener el aspecto y la estructura original del árbol.